El Hogar Teresa de los Andes de la capital cruceña cerrará sus puertas y no sabe qué hará con 84 pacientes críticos, entre ellos personas con discapacidad. La Gobernación pide que el Gobierno se haga cargo.
“La Iglesia Católica tomó la decisión de cerrar el Hogar Teresa de los Andes y eso nos preocupa en demasía”, afirmó el secretario de Salud y Desarrollo Humano, Edil Toledo.
Resaltó que la decisión la asumieron debido a que no cuentan con recursos para seguir sustentando el hogar, por eso indicó que “la administración se ha declarado en quiebra y ellos ya no pueden seguir administrando el hogar”.
Según Toledo, el problema es que “hay 84 pacientes críticos internados” y no se sabe dónde pueden ser trasladados. “42 de ellos necesitan de un cuidado especializado, (es decir) de médicos, auxiliares y licenciadas”, recalcó. Otros 41 son pacientes que requieren cuidados intermedios y leves.
El Hogar Teresa de los Andes funciona en el área rural del municipio de Cotoca. Este espacio abrió sus puertas hace 33 años especialmente para atender a niños y personas con discapacidad física y mental.
Durante todos estos años de servicio, el hogar ha funcionado con aportes de la población, pero ahora acumulan deudas con los trabajadores, porque ya no pueden cancelar por sus servicios.
“La Iglesia no puede sustentar la administración, por lo que ha decidido dejar de atender a estos pacientes “, remarcó Toledo.
Por ello, solicitó al Gobierno que se haga cargo de ese espacio, ya que no se sabe qué ocurrirá con la población internada. El Gobierno central otorgó a través del Sedes 10 ítems para el personal.
El municipio de Cotoca asumió la responsabilidad incluso de pagar el alquiler de algunos pacientes que tenían problemas psicológicos o físicos. También apoyaba con la dotación de gasolina.
La Gobernación -a través del Servicio de Política Social (Sedepo)- apoyó al hogar con becas alimenticias y el pago del gas, insumos y medicamentos necesarios.
Sin embargo, resaltó que ahora la situación se volvió insostenible, por eso incluso conversó con el jefe de gabinete y coordinador legal del municipio de Cotoca, Humberto Tapia, para ver qué tipo de apoyo se puede dar, pero esas son competencias de cada nivel de decisión.
“El principal problema es el de recurso humano, ya que la población internada en el hogar es una población vulnerable”, precisó.
Detalló que, tras haber realizado un estudio, se verificó el centro de Montero como una opción para llevar a los pacientes que no necesitan tanto cuidado.
El centro está a la deriva desde hace ocho años, porque en diferentes oportunidades también se anunció su cierre. Sin embargo, se logró frenar esa medida extrema debido al apoyo. Además, el personal publicaba convocatorias de apoyo en la página de Facebook: “Queridos amigos, tocamos sus puertas y a su buena voluntad para que en estos días sigamos con la labor en beneficio a nuestros niños”. “A la espera de mejores días y estabilidad en esta transición de cierre y traslado que se encuentra nuestro hogar, continuamos en campaña para cubrir las necesidades de nuestros 85 niños”, indica el comunicado del hogar.
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