Una desgarradora tragedia sacudió la madrugada del sábado en la carretera Cochabamba – Santa Cruz, cuando una mazamorra sorprendió a varias movilidades a la altura del sector conocido como Siete Curvas, kilómetro 142.
Marina Huanca, madre de tres hijos, viajaba en la flota América rumbo al trópico cochabambino. Durante una pausa obligada por la intensa lluvia, decidió bajar junto a sus niños y buscar refugio bajo un tráiler estacionado. Fue allí donde la fuerza implacable de la naturaleza la alcanzó: una avalancha de lodo y piedras arrastró el vehículo y la aplastó entre sus ruedas. Murió en el acto.
Sus tres hijos fueron rescatados por pasajeros que también quedaron atrapados por el desastre. El esposo de la víctima, un albañil que se encontraba en Puerto Villarroel, fue notificado de la tragedia horas después.
La zona, marcada por constantes deslizamientos, registra este como el tercer punto crítico afectado en los últimos días. Pese a la gravedad del hecho, los testigos lamentaron la demora en el levantamiento del cuerpo, que no se realizó hasta pasado el mediodía. El cadáver fue trasladado a la morgue de Villa Tunari.
Las tareas de limpieza continúan con maquinaria pesada, mientras el dolor y la impotencia se apoderan de los que fueron testigos del horror.