La selección boliviana Sub-20 quedó eliminada del Sudamericano de la peor manera posible, tras sufrir una nueva injusticia arbitral en su partido contra Argentina, que terminó 1-0 en favor de los albicelestes. Un penalti claro no cobrado en la primera mitad, cuando el defensor argentino propinó un codazo al jugador boliviano Mark Patric Rodríguez dentro del área, desató una ola de indignación en el equipo de “La Verde”.
El árbitro venezolano, quien ya había sido protagonista de decisiones polémicas en el torneo, no sancionó la jugada a pesar de la evidente infracción. La ausencia de VAR en el torneo dejó a Bolivia sin la posibilidad de revisar el incidente. Este fallo se suma a otras controversias en el campeonato, como una mano no cobrada en el debut contra Ecuador, lo que aumentó la frustración en el equipo boliviano.
Con esta derrota, Bolivia acumuló su tercera caída consecutiva, quedando fuera de la lucha por la clasificación. El último partido de la selección será contra Colombia, sin impacto alguno en la clasificación, solo sirviendo para cumplir con el calendario.
Este nuevo escarceo arbitral resalta una vez más las irregularidades en la conducción de los partidos, generando un debate sobre la imparcialidad de las decisiones en el torneo.
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