Este lunes, el Gobierno de Estados Unidos declaró que está vigilando de cerca la situación en Bolivia, especialmente a raíz de las recientes declaraciones del expresidente Evo Morales, quien sugirió que el alzamiento militar de la semana pasada parecía un “autogolpe”.
El subportavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, comentó en una conferencia de prensa: “Continuamos monitoreando la situación en Bolivia. Entendemos y tomamos nota de la cantidad de puntos de vista que han surgido en los últimos días y damos la bienvenida a un análisis independiente de los eventos del 26 de junio”.
El miércoles pasado, un grupo de militares fuertemente armados, liderados por el destituido jefe militar Juan José Zúñiga, tomó la plaza Murillo e ingresó por la fuerza al Palacio de Gobierno. Horas después, Zúñiga se replegó y fue encarcelado.
Evo Morales expresó el domingo su confusión respecto al alzamiento, considerándolo un posible “autogolpe” y acusó al presidente Luis Arce de haber “engañado al pueblo boliviano y al mundo entero”.
Patel subrayó que lo sucedido en Bolivia destaca la fragilidad de la democracia en algunas partes de Latinoamérica y aseguró que Estados Unidos, en línea con la Carta de la Organización de los Estados Americanos, seguirá trabajando para proteger las instituciones democráticas en la región.
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