Este miércoles 8 de noviembre el presidente Luis Arce brindó su informe de tres años de gestión de gobierno, con un discurso centrado en la industrialización.
“Se está produciendo una crisis multidimensional. La amenaza del resurgimiento de tendencias fascistas en varios lugares del mundo es una realidad. No vivimos ajenos a las dinámicas del planeta. A nivel mundial, hay una crisis económica, alimentaria, energética, climática. Estos factores externos junto a la problemática interna y el sabotaje afectan a nuestro país”, afirmó. “El uso de la violencia de parte de Israel y ahora el pronunciamiento de las Naciones Unidas abre el riesgo de que un conflicto de grandes proporciones”, inicio el presidente.
El mandatario afirmo que el país se encuentra mejor económicamente.
“En noviembre de 2020 nos propusimos reconstruir nuestra patria, nuestra economía y lo estamos haciendo. Mi reconocimiento al pueblo trabajador. Debemos sentirnos orgullosos de la vitalidad de nuestro modelo económico, que demostró nuestro crecimiento con políticas orientadas a disminuir la extrema pobreza”, agregó.
Dijo que su gestión avanza en el desarrollo de varias factorías y que se consolidará una inversión de $us 2.800 millones para consolidar al país como principal proveedor de litio. Todo esto se da pese al “sabotaje” económico, afirmó.
Arce se dirigió a sus detractores afirmando que continuaran los sabotajes.
“Los ataques y sabotajes continuarán”, anticipó el mandatario, que cerró su mensaje con la frase “no somos ni cobardes ni traidores”, que ya había lanzado en el cabildo de El Alto hace unas semanas.
Se refirió a los empleos e industrialización en el país.
“Estamos direccionando esfuerzos para el desarrollo de nuevas industrias. También estamos industrializando nuestra hoja sagrada de coca y otras plantas medicinales. Encaminamos la industria de la química básica. Habrá nuevas industrias y servicios, más empleos”, comentó.
Observó que hay asuntos pendientes como la justicia, consideró que las elecciones no resolverían el problema.
Sin embargo, no faltaron los gritos de apoyo, y también de crítica durante el discurso. Cada que Arce terminaba una frase, los presentes coreaban: “Lucho, no estás solo”.
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