SAN CARLOS
Ayer miércoles 21 de junio al promediar las 21:00 de la noche, fue hallado el cuerpo sin vida de José Andrés Serrudo, el menor de tan solo 9 años que, fue reportado como desaparecido el pasado viernes 16 de junio, en la localidad de Santa Fe, municipio de San Carlos del departamento cruceño, según informó la Policía.
El cuerpo sin vida estaba en unos matorrales a 40 kilómetros de la localidad de Santa Fe, cerca de la vivienda del sospechoso, Luego de encontrarlo e identificarlo trasladaron el cuerpo del menor hasta la morgue de Yapacaní.
Una cámara de vigilancia captó al menor de nueve años a bordo de la motocicleta, de quien sería el presunto raptor.
Durante la jornada los efectivos policiales realizaron varios operativos para dar con el paradero de la víctima, para el rastrillaje utilizaron perros. En uno de los movimientos que ejecutaron encontraron la motocicleta en la que un ex recluso subió al niño para raptarlo.
El vehículo de dos ruedas fue encontrado por canes adiestrados, estaba escondido y pertenecería a la persona que se lo llevó. El sospechoso tendría antecedentes penales, relacionados al abuso infantil.
Esta jornada se realizó allanamientos a dos viviendas, donde el conductor de la motocicleta tendría familiares y se procedió al arresto de tres personas, siendo trasladadas hasta la Felcc, en el marco de las investigaciones.
José Andrés desapareció el viernes cuando salió de su casa hacia el colegio, pero no llegó a su aula ni tampoco retornó a su vivienda.
La noche del miércoles fue capturado el sujeto identificado como Rudy Y. V., principal sospechoso del asesinato del niño. Pasada la medianoche, fue trasladado hasta la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de la ciudad de Santa Cruz. El sujeto llegó en una patrulla y con un fuerte resguardo policial.
Los pobladores iniciaron un bloqueo de caminos en el lugar exigiendo justicia y que el caso sea esclarecido en el tiempo más breve. Hay consternación en esta región. Según la madre de la víctima, el niño siempre pedía permiso para salir de su casa.
Indignados por el crimen los pobladores llegaron hasta la vivienda del presunto infanticida y desataron toda su ira, destrozando el inmueble donde vivía y quemando el lugar. En el inmueble estaban su esposa e hijas, a quienes expulsaron del lugar y localidad.
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