Cindy Saraí V. P., quien se ha identificado como la presunta víctima de Evo Morales, rompió su silencio en una impactante entrevista con el periodista argentino Andy Chirinos de DNews.
En un relato desgarrador, la joven denunció un sistemático hostigamiento por parte del Gobierno, no solo del de Morales, sino también del actual régimen de Luis Arce.
“Este es un proceso político desde el principio. No buscan justicia, buscan silenciarme”, declaró Cindy, quien se describió como una mujer perseguida tanto por el Gobierno de Arce como por la policía. En su declaración, destacó los abusos sufridos por ella y su familia: “He sido víctima desde el Gobierno anterior y este. He padecido los efectos colaterales del poder y, por eso, estoy en peligro. Me han hecho mucho daño”.
Cindy relató también el sufrimiento de su hija, quien desde su nacimiento ha enfrentado serios problemas legales y documentales, lo que la obligó a huir para protegerla.
“Ellos buscan callarnos, quieren someterme para que no cuente la verdad. Tuve que escapar para salvar a mi hija”, agregó.
Además, Cindy acusó a sus propios padres de ser injustamente criminalizados. “Mis padres no tienen nada que ver, pero los están tratando como si fueran los responsables de todo esto.
Desde niña he sufrido una ruptura familiar, no he vivido con mi padre”, dijo con tristeza.
La joven no dudó en señalar a figuras clave del anterior Gobierno, como el ministro de Gobierno Eduardo Del Castillo, a quien acusó de enviar emisarios para presionarla a cambiar el apellido de su hija. También mencionó a la Fiscal de Tarija, Sandra Gutiérrez, a quien señaló como cómplice en delitos de trata y tráfico de personas.
“Fueron ellos quienes nos facilitaron los permisos para viajar, cometiendo un crimen agravado por su condición de funcionarios públicos”, aseguró.
En medio de estas revelaciones, Cindy no respondió directamente sobre su relación con Evo Morales, pero dejó claro que su vida se ha visto involucrada en las luchas políticas del país.
“Quiero decirle al Gobierno y a Evo Morales que no soy parte de sus peleas. Ellos nos han usado y nos siguen hostigando. No iniciamos este proceso, pero no lo voy a callar más”, afirmó con firmeza.
Cindy concluyó su testimonio revelando que, a lo largo de este tiempo, su silencio fue una medida de protección para ella y su familia. Sin embargo, con su voz ahora alzándose, las acusaciones se hacen más fuertes y sus denuncias resuenan con fuerza.
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