La Fiscalía de Estados Unidos ha presentado cuatro pruebas clave que vinculan al exjefe antidrogas boliviano Maximiliano Dávila con una red de narcotráfico internacional. Según los documentos oficiales, Dávila habría facilitado la importación de cocaína a EE.UU. mediante vuelos charter a terceros países, todo con la colaboración de cárteles mexicanos.
En un giro impactante, el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, presentó las pruebas que no solo detallan la implicación del excoronel en el tráfico de drogas, sino que también exponen su participación en una operación ilícita internacional. Las acusaciones apuntan a que Dávila, junto a otros cómplices aún desconocidos, organizó una asociación criminal con el fin de violar las estrictas leyes antidrogas de Estados Unidos.
Entre las pruebas presentadas, se encuentra la Prueba A, que establece el marco legal bajo el cual se formaliza la acusación contra Dávila. La Prueba B muestra una acusación sellada que abarca el periodo entre julio de 2019 y septiembre de 2020, en la que se detallan actividades ilícitas en Bolivia, Perú y otros países. La Prueba C incluye la orden de detención de Dávila emitida el 22 de septiembre de 2022, y la Prueba D es la declaración jurada de Jeremy Kirk, un agente especial de la DEA, quien describió en detalle cómo Dávila facilitó la entrada de cocaína a EE.UU. con la ayuda de otros colaboradores.
Las pruebas sugieren que Dávila desempeñó un papel central en la logística de las operaciones de narcotráfico, protegiendo cargamentos de cocaína y asegurando su transporte hacia los Estados Unidos.
El abogado de Dávila, desde La Paz, ha afirmado que el excoronel está dispuesto a cooperar con la justicia estadounidense, lo que podría dar un giro crucial a la investigación.
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