La UNESCO ha cometido un grave error al respaldar a la región peruana de Puno en la controversia sobre tres danzas folclóricas, incluida la Diablada, que Bolivia asegura son suyas. La Organización Boliviana de Defensa y Difusión del Folklore (Obdefolk) expresó su descontento al ver cómo estas danzas fueron incluidas en las festividades de Puno, especialmente durante la celebración de la Virgen de la Candelaria.
Según la UNESCO, las quejas de Bolivia no tienen fundamento, argumentando que estas celebraciones deben unir a los pueblos y no crear conflictos. Sin embargo, este fallo ha causado una gran indignación en Bolivia, un país que ha defendido por más de una década que la Diablada, Morenada y Llamerada son parte esencial de su patrimonio cultural.
Bolivia ha declarado estas danzas como patrimonio nacional y las considera un símbolo importante de su identidad cultural. La UNESCO parece haber pasado por alto esta realidad, causando una fuerte reacción en la nación boliviana, que insiste en que estas manifestaciones culturales no deben ser atribuidas a otra nación.
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