El alcalde paceño, se solidarizó con las más de 80 víctimas de abusos y urgió justicia tras afirmar que está “asqueado y decepcionado” por los vejámenes de este religioso de la Compañía de Jesús.
“Al momento de enterarme me siento asqueado, decepcionado, me solidarizo con mis compañeros que sufrieron estos abusos. Que la justicia se haga cargo, que la Iglesia investigue”, dijo al alcalde paceño.
La autoridad municipal destacó el trabajo de los jesuitas en Bolivia y precisó que el internado cochabambino donde ocurrieron las agresiones sexuales albergó a centenares de niños de familias pobres y humildes que provenían de los distritos mineros, del área rural y de barrios periféricos.
Arias estudió en esa unidad educativa en primaria y secundaria.
“Estoy agradecido a la obra, pero muy dolido, asqueado, decepcionado de la acción de un padre que aprovechando su situación de poder cometió esos abusos”, afirmó Arias.
“Yo conocí a Pica”, dice el alcalde de La Paz. Y cuenta que en los años que estudió ese colegio no se sabía de sus abusos a los menores. Piensa que los abusos empezaron cuando muere el padre, que era superior en jerarquía a Pica y ponía orden y disciplina.
Dice que años después, en contacto con ex alumnos se empezó a escuchar sobre las andanzas del jesuita español Pica.
El diario español El País reveló el fin de semana que Pedrajas Moreno, conocido como “padre Pica”, escribió en un diario los vejámenes que cometió cuando fue director de ese internado.
Pero, además, reveló que, pese a las evidencias, fue encubierto por sus superiores.
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