Un caso de violencia extrema ha conmocionado a la comunidad del Plan Tres Mil, en Santa Cruz, después de que un hombre agrediera brutalmente a un adolescente de 16 años con un fierro. El incidente, ocurrido entre el noveno y décimo anillo de la avenida Paurito, dejó al joven con graves heridas en la cabeza y el rostro, además de la pérdida de tres piezas dentales. Sin embargo, lo más escalofriante del caso es que, tras el ataque, el agresor no solo buscó al menor en el hospital, sino que se presentó en dos ocasiones, dejando a la familia en un estado de terror constante.
La madre del joven, Silvana Rivera, relató entre lágrimas cómo su hijo, conocido como “Chino Soong”, fue brutalmente atacado tras un malentendido. Según su versión, el agresor lo acusó injustamente de robar un celular y una cadena, lo que desató la violenta confrontación. “Me dijeron que había robado, pero eso no era cierto. Yo solo salí de mi casa y me paré con mis compañeros a esperar a mi entrenador afuera del gimnasio. Nunca robé nada”, explicó el joven, visiblemente afectado por la falsa acusación que llevó al ataque.
El joven intentó refugiarse en una carnicería cercana, pero el agresor lo persiguió implacablemente, golpeándolo con una llave cruz que sacó de un taller cercano. La madre de la víctima relató que, mientras su hijo pedía ayuda, el agresor gritaba que era un ladrón, lo que disuadió a los testigos de intervenir. “La señora de la carnicería intentó ayudar, pero también fue agredida”, agregó Silvana, visiblemente indignada por la falta de solidaridad de quienes presenciaron el ataque.
El joven fue llevado al Hospital Los Pocitos, donde recibió atención médica por las lesiones en la cabeza y la cadera. Sin embargo, la pesadilla no terminó allí. “Lo que más me preocupa es que este hombre fue al hospital a buscar a mi hijo. Fue dos veces, no solo una”, denunció la madre, quien teme por la seguridad de su hijo, que aún se encuentra convaleciente.
Las cámaras de seguridad de la zona han sido clave en la investigación del caso, mostrando al agresor persiguiendo al joven y agrediéndolo sin piedad. La policía está trabajando para dar con el paradero del agresor, mientras la familia solicita justicia y protección para el menor.
Este estremecedor incidente ha dejado en evidencia no solo la brutalidad de la agresión, sino también la angustia de una familia que teme por la seguridad de su hijo y la falta de apoyo de la comunidad en un momento tan crítico. Las autoridades continúan con la investigación, mientras la familia pide que se haga justicia y que el agresor enfrente las consecuencias de sus acciones.
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