La audiencia de medidas cautelares contra Evo Morales, expresidente de Bolivia, fue reinstalada este viernes a las 09:30 en el Juzgado Quinto de Instrucción Penal de Anticorrupción y Violencia hacia las Mujeres en la ciudad de Tarija. En este proceso judicial, Morales enfrenta acusaciones relacionadas con un supuesto caso de trata de personas, por la presunta paternidad de un hijo con una adolescente mientras ejercía la presidencia del país, un hecho que él ha negado rotundamente junto a sus seguidores.
El exmandatario, que nuevamente no asistió a la audiencia debido a problemas de salud —según su defensa—, estuvo representado por su abogado Jorge Pérez. Desde el comienzo de la audiencia, Pérez no solo cuestionó la legalidad del procedimiento, sino que presentó una recusación formal contra el juez Nelson Rocabado, quien está a cargo del caso. El abogado argumentó que el juez había mostrado una actitud parcial y que su imparcialidad en el proceso estaba comprometida. Según Pérez, no existían condiciones para que la audiencia se llevara a cabo bajo estas circunstancias.
En una intervención cargada de tensión, Pérez insistió que el caso debía ser revisado por otro magistrado debido a lo que él percibía como indicios de parcialidad por parte de Rocabado, quien, según la defensa, no estaba actuando conforme a lo que establece la ley en cuanto a la objetividad y equidad en un juicio.
Sin embargo, a pesar de los argumentos del abogado defensor, el juez Nelson Rocabado desestimó la recusación y decidió continuar con la audiencia. Esta decisión desató aún más tensiones en la sala, mientras que los seguidores del exmandatario, quienes se habían movilizado para apoyar a Morales, se mostraron visiblemente molestos ante el avance de la audiencia sin la presencia del principal acusado.
El caso, que investiga las presuntas relaciones de Morales con una menor de edad en 2016, ha generado una ola de reacciones en el país, tanto a favor como en contra del expresidente. A pesar de la negación de los hechos por parte de Morales y sus allegados, las autoridades judiciales continúan con las diligencias para esclarecer los hechos y determinar si hay elementos suficientes para avanzar en el proceso.
A medida que la audiencia continuaba, las tensiones aumentaban. El abogado de Morales también fue multado por presentar la recusación sin una base jurídica clara, lo que fue interpretado por algunos como una estrategia para retrasar el proceso. Esta multa, que agrava la situación del defensor, ha sumado más incertidumbre sobre el curso que tomará el caso en los próximos días.
Mientras tanto, el caso sigue siendo un tema central en el debate político y judicial en Bolivia, con muchas preguntas aún sin respuesta sobre la veracidad de las acusaciones y los posibles giros que pueda tomar el proceso. La audiencia continúa siendo un espacio de confrontación, donde cada nuevo acontecimiento parece intensificar las tensiones entre las partes involucradas y mantener a la opinión pública expectante ante lo que sucederá a continuación.
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