POTOSÍ
Las fuentes de agua del pueblo Chipaya, en el suroeste del departamento de Oruro, son los ríos Lauca y Barras. Estos afluentes proveen el líquido vital a los cuatro ayllus de la comunidad altiplánica: Aransaya, Ayparavi, Manasaya y Wistrullani.
En la época seca, entre abril y diciembre, el nivel del caudal de estos ríos baja por la falta de lluvias. La situación deja sin flujo del elemento a los territorios de Ayparavi y Wistrullani, que son los ayllus que se encuentran lejos de estas dos fuentes de agua.
En los últimos días, el conflicto en Potosí ha ido creciendo, más de 40 municipios están siendo afectados por la sequía y falta de agua, tanto para el consumo humano como para el riego y la ganadería.
Decenas de camélidos aparecieron sin vida, y muchos otros agonizan por la falta del líquido en la región de Nor Lípez. por lo que piden declarar “zona de desastre” en la región sudoeste potosino.
En los meses secos, el pueblo Chipaya utiliza vigiñas, excavaciones profundas que se usan para sacar agua del subsuelo o acumularla en tiempos de aguacero. Este año este sistema no ha funcionado. Los depósitos ya no duran mucho tiempo porque los fuertes vientos —intensos en las últimas semanas— transportan tierra salina del salar de Coipasa, conocido por las reservas de litio anunciadas por el Gobierno.
Lamentablemente por día están comenzando a morir los camélidos y ganado en la región, las autoridades ya que no cuentan con varios sistemas para enviar agua a estas zonas”, dijo Freddy Juárez, representante de la Central Única Provincial de Comunidades Originarias de Nor Lípez.
Junto a la declaración del dirigente, se presentaron fotografías donde se muestra a las llamitas en el suelo seco, agonizando y varias ya sin vida.
El Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) de Potosí, declaro como “zona de emergencia” ante la escasez de agua.
Esta declaratoria, permitirá la modificación de recursos económicos para afrontar la sequía y apoyar a los municipios con planes de prevención y mitigación.
El diputado Honorio Chino Mamani, que también forma para del recorrido, expresa su preocupación. Comenta que visitó el 5 de septiembre el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras para solicitar pozos profundos para los sectores más afectados, los ayllus Ayparavi y Wistrullani.
También pretende junto a la alcaldesa, Flora Mamani Felipe, tramitar una ley de desastre natural ante el gobernador de Oruro, Jhonny Vedia, y el gobierno del presidente Luis Arce.
La alcaldesa comenta su preocupación por la crisis climática, que causa un serio impacto en su pueblo. “Antes, por lo menos teníamos las vigiñas, nuestros depósitos de agua, y con esto nos manteníamos; ahora no funcionan, porque llueve poco y el viento vuelve salada el agua”.
La difícil situación parece confirmar la premonición de Sebastiana Kespi, la niña chipaya protagonista de la película Vuelve Sebastiana (1953), de Jorge Ruiz, que pastorea su pequeño rebaño azotado de año en año por la sequía y la falta de lluvias.
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