En una entrevista con el Diario Red de España, el presidente boliviano Luis Arce habló por primera vez sobre el origen de su distanciamiento con el exmandatario y jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales. Según Arce, las tensiones comenzaron apenas unos meses después de asumir la presidencia, cuando circularon audios atribuidos a Morales en los que expresaba su cansancio con la gestión de su sucesor. “Ya nos estamos cansando de Lucho”, se le escuchaba decir en esos audios, lo que generó malestar entre las bases sociales y cocaleras del partido.
El presidente explicó que estos desacuerdos se intensificaron cuando, durante un desfile de la Central Obrera Boliviana el 1 de mayo, un grupo de afiliados apareció con un cartel que mencionaba al “Bloque Choquehuanca”, en referencia al vicepresidente David Choquehuanca. Según Arce, fue en ese momento cuando Morales comenzó sus ataques hacia Choquehuanca, quien había sido su canciller durante años, al igual que Arce, quien fue su ministro de Economía.
Arce relató que, en 2022, convocó una reunión entre ambos para intentar solucionar los conflictos. En esa reunión, se acordó no hablar de bloques dentro del partido, realizar reuniones de coordinación mensuales y evitar discutir sobre candidaturas hasta 2024. Sin embargo, esos acuerdos no se respetaron, y Morales continuó con sus críticas. El presidente afirmó que, tras repetidos incumplimientos, la situación empeoró, señalando que Morales incluso bloqueó créditos importantes para enfrentar la crisis económica del país, a pesar de conocer la gravedad del contexto.
Morales, hasta el momento, no ha respondido públicamente a las declaraciones de Arce, aunque el MAS ha emitido un comunicado calificando la entrevista como “propaganda gubernamental”.
Este conflicto se da en un contexto político muy tenso en Bolivia, con las elecciones presidenciales de 2025 en el horizonte y una creciente disputa interna dentro del MAS. Arce ha propuesto un referendo sobre la reelección, lo que podría impedir que Morales regrese a la presidencia. Mientras tanto, la bancada afín a Morales ha bloqueado los créditos necesarios para paliar la crisis económica, y el Tribunal Supremo Electoral ha suspendido las elecciones primarias internas del partido, anulando la posibilidad de resolver la disputa de forma institucional.
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