Marcelo Rodríguez Olcay en Chile o Marcello Belluchi en Cochabamba Bolivia, para la Fiscalía chilena es la misma persona que en 2010 fue condenada en Iquique por el delito de violación a una menor de 13 años. El hombre se dio a la fuga y nunca cumplió su condena, sin embargo, hace algunos días -según T13 de ese país- solicitó a la justicia la prescripción de su caso porque pasaron 13 años desde entonces.
Medios locales aseguran que Rodríguez trabajaba en el año 2010 como profesor de música y director de un taller de coro que dirigía en un colegio, logró conquistar a la menor de 13 años que era su alumna, teniendo posteriormente relaciones en tres oportunidades con ella en el domicilio del sujeto.
“Se condena a esta persona, quien era profesor de una menor de 13 años, a quien viola en reiteradas ocasiones”, explicó la fiscal de Tarapacá Camila Albarracín.
El acusado se encontraba con arresto domiciliario, sin embargo, no se presentó a la audiencia de lectura de sentencia, por lo que, a solicitud de la Fiscalía, el Tribunal Oral en lo Penal despachó una orden de detención en su contra.
El acusado logró escapar y desde entonces era buscado por la justicia chilena.
De acuerdo con la información de la Fiscalía de Iquique, Rodríguez se estableció en Cochabamba, pero además se cambió el nombre a Marcello Belluchi. Con ese nombre hizo una vida “normal”, incluso existen reportes entre 2015 y 2017 que dan cuenta que dirigía un coro y una orquesta, además realizó varias presentaciones como pianista.
Un reportaje de T13 de Chile señala que hace algunas semanas Marcelo Rodríguez solicitó la justicia chilena la prescripción de su caso por la temporalidad, considerando que pasaron 13 años desde que fue condenado.
El miércoles 25 del presente mes, la Fiscalía y Carabineros emitieron una “Alerta de Seguridad” para dar con el paradero de Marcelo Rodríguez. En Bolivia autoridades aún no se han referido al tema.
la fiscal Camila Albarracín, informó que la normativa penal chilena señala que si “el condenado sale del territorio nacional para eludir su responsabilidad es el que finalmente se le tendrá que computar por el doble, dice la ley, y es así que el tribunal acoge esta tesis y amplía el plazo para la prescripción a 10 años más.
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