Benito Pinto de 31 años, era el adulado de su abuela de 80, la señora que en vida fue, Emiliana Mendizábal, anciana que se ganaba la vida recorriendo las calles y mercados vendiendo dulces.
Casi al medio de este viernes, se desarrolló su audiencia cautelar, donde el agresor admitió haberle quitado la vida a su abuela y acogiéndose a un proceso abreviado.
El juez lo condeno a 30 años de cárcel sin derecho a indulto en el penal de Palmasola.
El autor confeso, manifestaba en su declaración que, no recuerda nada y que estaba completamente inconsciente a causa de haber consumido sustancias controladas, sin embargo, pidió disculpas a su familia por victimar a su abuela.
El martes 16 del mes presente, Benito entró a la vivienda de su abuela en el barrio Urkupiña de la Pampa de la Isla, procedió a pedirle dinero que ella negó darle, a causa de eso la agredió físicamente, primero la asfixio y luego la golpeo con un objeto contundente afectándole el rostro y la cabeza, lo que determinó su lamentable deceso, según su último relato del agresor.
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