El general Juan José Zúñiga ha sido relevado de su cargo como comandante general del Ejército, según confirmaron fuentes de la Casa Grande del Pueblo y del Alto Mando Militar. La decisión fue tomada tras unas polémicas declaraciones realizadas por Zúñiga en una entrevista, donde respondió a las acusaciones del expresidente Evo Morales sobre una supuesta deliberación militar.
Zúñiga declaró: “Soy un militar de honor que está dispuesto a ofrendar su vida por la defensa y la unidad de la Patria. Nuestra patria, una vez más, está bajo el acecho de los enemigos internos y externos que buscan la división, la desestabilización y el odio entre bolivianos, para apoderarse de los recursos naturales en beneficio de intereses mezquinos y de grupos de poder que responden al caudillismo.”
Estas declaraciones fueron consideradas muy peligrosas tanto a nivel interno como externo. Las presiones para su relevo no solo provinieron del interior del Ejército, sino también de fuera, recordando la última ocasión en 1981 cuando un jefe militar deliberó políticamente, lo que llevó a la modificación de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (LOFA) en 1983 para sancionar la sedición en la institución.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, manifestó no tener conocimiento sobre la destitución. Sin embargo, se espera que Zúñiga sea retirado obligatoriamente y dado de baja por sedición, conforme al artículo 122 de la LOFA.
Zúñiga ya entregó su despacho la noche del martes. Entre los posibles sustitutos se mencionan a los generales con apellidos Mackay o Novillo.
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