La llegada de Evo Morales a El Alto está generando una fuerte tensión entre las facciones internas del Movimiento Al Socialismo (MAS). Los evistas han organizado una proclamación presidencial para el exmandatario en el distrito 8 de la ciudad, convocando a seguidores de varias partes del departamento de La Paz. En contraste, los arcistas, junto con los aliados de la alcaldesa Eva Copa, han lanzado serias amenazas y han advertido sobre posibles bloqueos si Morales llega a la ciudad.
El diputado suplente Rolando Cuéllar, del ala arcista, lanzó una amenaza de muerte contra Evo Morales, indicando que los sectores de El Alto están dispuestos a tomar medidas extremas. “Si no quiere salir en cajón, tiene que suspender la movilización en El Alto (…) si quieren verlo vivo al expresidente Morales, que vuelva al Chapare”, declaró Cuéllar en una entrevista con radio Panamericana. Al ser consultado para aclarar sus declaraciones, Cuéllar precisó: “Son ellos (los sectores los que están diciendo que Evo va a salir muerto”.
Morales calificó estas amenazas como una muestra de “desesperación” e “irracionalidad del Gobierno”. Instó al ala arcista a centrarse en resolver las crisis actuales del país, como la falta de combustible y dólares, en lugar de atacarlo.
El MAS de La Paz ha convocado a un acto político en el barrio de Senkata, en El Alto, donde se espera una proclamación a Morales. El diputado Renán Cabezas, leal a Evo Morales y representante de El Alto, confirmó la realización del evento, mencionando la llegada de simpatizantes de todo el departamento. “Están llegando compañeros de todo el departamento de La Paz. Del norte, del altiplano, de la selva, de los Yungas, de los valles, de todo lado”, afirmó Cabezas.
En respuesta, las juntas vecinales de El Alto, aliadas a la alcaldesa Eva Copa, han advertido con bloquear vías si Morales llega a Senkata. La situación ha creado un clima de incertidumbre y tensión en la ciudad, con posibles enfrentamientos entre las facciones del MAS y sus seguidores.
La situación en El Alto refleja la profunda división dentro del MAS y la creciente tensión política en Bolivia. Mientras los evistas buscan reafirmar su liderazgo, los arcistas y sus aliados locales están dispuestos a tomar medidas drásticas para impedir su avance.
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