La controversia en torno al partido suspendido entre Royal Pari y Real Oruro sigue siendo tema de discusión, especialmente sobre el posible descenso indirecto que afecta a ambos equipos. La situación se desató cuando, en el minuto 81, el árbitro decidió suspender el encuentro debido a una gresca originada tras un penal dudoso a favor de los orureños, quienes estaban ganando 3-0.
El capitán de Royal Pari, Thiago Ribeiro, salió al paso de las acusaciones de abandono de la cancha y explicó a la prensa que su equipo no se retiró voluntariamente. Según Ribeiro, los hechos se pueden dividir en dos momentos clave: el primero, cuando el entrenador David de la Torre ingresó al campo para protestar por la decisión del árbitro de sancionar el penal, y el segundo, cuando la Policía irrumpió en el terreno de juego con “fuerza excesiva” contra los jugadores.
“Abandono no hubo. Si alguien quiere salir del campo, no lo hace empujado ni con gas pimienta”, declaró Ribeiro, quien destacó que las imágenes de lo ocurrido podrían demostrar que la intervención policial fue inapropiada. Según el capitán, él mismo intentó hablar con el árbitro para pedirle “dos minutos” para dialogar con sus compañeros antes de que se suspendiera el encuentro.
Con el partido detenido, el marcador global quedó 4-3 a favor de Royal Pari, pero la decisión final sobre el posible abandono de la cancha recae ahora en la Comisión de la Federación Boliviana de Fútbol. Mientras tanto, los jugadores de Real Oruro celebraron el hecho, interpretándolo como un ascenso definitivo de categoría tras el escándalo.
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