Una hora después de la ejecución del Capitán José Carlos Aldunate Meneses, los sicarios responsables del crimen organizado tomaron el aire en una avioneta incautada, despegando del aeropuerto El Trompillo con identidades falsas. El vuelo, que inicialmente estaba programado para Trinidad, tomó un giro inesperado hacia la frontera con Brasil, desapareciendo sin dejar rastro.
Lo más inquietante es que la aeronave, previamente incautada al narcotráfico, nunca volvió a su punto de origen. ¿Quién permitió que esta avioneta, bajo control de las autoridades, fuera utilizada por los criminales para su escape?
Este escandaloso incidente ha levantado serias dudas sobre la autorización de vuelo y la implicación de las autoridades en la fuga de estos peligrosos sicarios. Se espera una pronta respuesta oficial para esclarecer cómo un vuelo de estas características pudo haber ocurrido tan fácilmente.
VIA- DTV
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