El asesino, ahora confeso, que robó y mató a su propia abuela, de 80 años de edad, utilizó el dinero para alquilar una pieza en un alojamiento y esconderse de la Policía, además se compró un celular, un parlante, alcohol y ropa con las que pretendía darse a la fuga; sin embargo, fue capturado y se aguarda que sea puesto ante un juez cautelar.
El comandante departamental de la Policía de Santas Cruz, coronel Erick Holguín, indicó que el sujeto identificado como, Benito Pinto Coroite, de 31 años, confesó que le quitó la vida a su abuela cuando ella se negó a darle una suma de dinero para solventar sus deseos ‘’vicios’’. Confesó que la asfixió y la golpeó hasta matarla.
Según relató del crimen, sujeto a su abuela por el cuello hasta asfixiarla y no conforme con ello, procede a golpearla con un objeto provocándole fracturas. La causa de muerte es una emo-aspiración en el momento de ser asfixiada, lo que significa que aspiró su propia sangre afectando sus pulmones, además de un trauma raquimedular”, detalló el comandante Holguín.
El hecho se produjo en el barrio Urkupiña, zona de la Pampa de la Isla, la medianoche del lunes. Sin embargo, el asesino confeso, fue denunciado el martes por la mañana cuando el cuerpo de la abuela Emiliana Mendizábal fue encontrado tirado en el piso.
El nieto le colocó, como cabecera, un pantalón corto y una camisa, y se sentó al lado del cadáver a consumir alcohol.
Sin embargo, “El miércoles en horas de la tarde se procedió a la aprehensión de Benito cuando se encontraba por el Parque El Arenal cuando pretendía abordar un vehículo de transporte público y abandonar la ciudad. Según su declaración, tenía la intención de dirigirse a la zona rural y esconderse hasta que dejen de buscarlo”, informó el jefe policial.
“Con los 1.500 bolivianos que el nieto le robó a su abuela, se compró un parlante, una frazada, mochila y otros enseres con la finalidad de abandonar la ciudad y esconderse en el campo”, dijo.
La fiscalía presentará este jueves la imputación formal por el delito de parricidio. La mujer de 80 años se ganaba su dinero vendiendo dulces.
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