Un nuevo episodio de violencia sacudió hoy la zona de Las Londras, en el municipio de Guarayos, Santa Cruz, cuando un grupo de aproximadamente 200 avasalladores irrumpió en la propiedad Santa Rita. La incursión violenta resultó en la toma de 10 rehenes y varios heridos tras un enfrentamiento que se prolongó por más de tres horas, según informó el abogado del propietario, Álvaro Latorre.
Latorre explicó que el grupo llegó sorpresivamente a la propiedad a las 7 de la mañana, sometiendo a los 40 trabajadores y al encargado del lugar. “Ellos lograron entrar, redujeron a la gente, agarraron al encargado, lo golpearon y a quienes pusieron resistencia también”, relató el abogado.
Una de las trabajadoras del predio narró con terror lo sucedido: “Nos sacaron violentamente, nos tiraron al suelo y nos pusieron boca abajo. Al encargado lo golpearon brutalmente. Estamos muy asustados, sentimos que nuestras vidas corrían peligro”.
Los avasalladores no solo tomaron el control de la propiedad Santa Rita, sino que también se apoderaron del campamento del lugar, poniendo en riesgo más de 2.000 hectáreas de tierra productiva. La violencia del ataque ha dejado a la comunidad local en estado de shock y temor.
El abogado indicó que ya se han identificado a tres sospechosos de encabezar estos hechos: Vicente O., Martín T., y Mario C. Este último ya tendría un mandamiento de aprehensión por el mismo delito.
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Los avasallamientos de tierras se han convertido en una problemática cada vez más frecuente en Santa Cruz, generando zozobra e incertidumbre entre los productores y comunidades locales. Hasta el momento, las autoridades no se han pronunciado sobre este nuevo hecho violento.
Este incidente subraya la necesidad urgente de abordar la crisis de avasallamientos en la región. Los productores y comunidades locales exigen una respuesta inmediata y efectiva por parte de las autoridades para garantizar su seguridad y proteger sus tierras.
La violencia y la toma de rehenes en Las Londras reflejan una situación crítica que demanda acciones concretas y contundentes para evitar que estos episodios se sigan repitiendo y poniendo en riesgo la estabilidad y el desarrollo productivo de la región.
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