Un nuevo escándalo sacude a las autoridades tras la sorprendente aparición de Moisés Sebastián D. S. como uno de los principales sospechosos del atraco a joyerías en la zona de Los Pozos en Santa Cruz de la Sierra. Lo más impactante es que este hombre había sido expulsado de Bolivia apenas días antes, según declaraciones del ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo. La pregunta en la mente de los ciudadanos es clara: ¿Cómo volvió a ingresar al país si ya había sido deportado?
El 2 de marzo, Del Castillo anunciaba la expulsión de Moisés Sebastián D. S. junto a otro ciudadano brasileño, Marco Antonio P. L., sin que en ese momento existiera una orden de captura contra él.


Siete días después, el ministro lo presentó nuevamente, esta vez como autor de un atraco a joyerías en Santa Cruz. La discrepancia entre las versiones generó dudas sobre la transparencia en el manejo del caso y las decisiones de las autoridades.

Los Vecinos Hablan: “Nosotros lo capturamos”
A la controversia se suman los testimonios de los vecinos del barrio Jorori, quienes aseguran haber sido los verdaderos responsables de la captura de Moisés Sebastián, no la policía. Según los habitantes, Moisés intentó escapar tras un disparo en una vivienda, y fue reducido por los propios vecinos antes de ser entregado a las autoridades. Los residentes exigen una rectificación pública y lamentan la falta de acción directa por parte de la policía en este caso.
¿Qué está ocurriendo realmente?
Este caso no solo ha dejado en evidencia contradicciones oficiales, sino también la creciente desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones encargadas de garantizar la seguridad. La pregunta es clara: ¿Cómo un hombre deportado puede regresar al país para cometer crímenes?
Las autoridades deberán aclarar la situación con urgencia, mientras los vecinos reclaman una mayor transparencia en los hechos.