Una comerciante, víctima del robo de 300.000 bolivianos, rompió el silencio y ofreció detalles impactantes sobre lo ocurrido días antes del incidente.
Según su relato, ella y su esposo han trabajado incansablemente durante años para asegurar el bienestar y el futuro de su hija de seis años. Ahora enfrentan la devastación no solo de la pérdida económica, sino también de la traición.
De acuerdo con la comerciante, sospechan que el robo fue planeado por el novio de la cuñada de su hermana, quien actuó en complicidad para sustraer el dinero. Según su testimonio, ambos asistieron al cumpleaños de su hija semanas atrás, un evento al que fueron invitados con la intención de fortalecer lazos familiares.
La comerciante cree que, durante esa visita, una de las personas ingresó a su habitación y vio el lugar donde guardaban los ahorros de años de sacrificio.
El robo ocurrió durante el fin de semana y dejó a la familia devastada. Las investigaciones preliminares de la policía apuntan a que el delito fue minuciosamente planificado, aprovechando la información obtenida en el cumpleaños.
La comerciante espera que las autoridades actúen con rapidez y que se haga justicia, mientras pide a la comunidad estar alerta ante situaciones similares.