En medio de la tensión política que rodea la posible candidatura de Evo Morales, Enrique Mamani, dirigente afín al exmandatario, fue detenido tras difundir datos personales de vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y lanzar amenazas directas contra ellos y sus familias.
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, confirmó la aprehensión y calificó las acciones de Mamani como “graves e inaceptables”. El dirigente no solo reveló las direcciones de Óscar Hassenteufel y Tahuichi Quispe, sino que advirtió públicamente que haría públicos los nombres de sus familiares, generando un clima de amedrentamiento.
La Policía lo detuvo en las últimas horas y lo trasladó a la FELCC, donde permanece bajo custodia. La Fiscalía investiga no solo las amenazas, sino también la posible incitación a delitos que atenten contra el orden democrático.
La detención ocurre en pleno auge de las protestas evistas, marcadas por bloqueos y discursos de confrontación. Para muchos, el caso Mamani es una muestra de hasta dónde están dispuestos a llegar algunos grupos para presionar al TSE y forzar la habilitación de Morales, a pesar de su inhabilitación legal.