La violencia en Llallagua alcanzó un nuevo nivel de gravedad.
Tras la muerte de un efectivo durante los enfrentamientos con bloqueadores evistas, un policía lanzó un desesperado llamado al Gobierno: “Ministro, nos han cargado un muerto”.
La solicitud de intervención militar refleja el colapso de seguridad en la zona, donde las fuerzas del orden se ven superadas por la violencia.