El Ministerio Público de Cochabamba desestimó la denuncia por “tentativa de asesinato” presentada por el expresidente Evo Morales, lo que generó una dura advertencia de su abogado, Nelson Cox, quien denunció un escenario de “desprotección” para el exmandatario.
“Lamentablemente, se confirma una situación de desprotección para Evo Morales y su equipo, quienes fueron víctimas de un intento de asesinato”, afirmó Cox en una conferencia de prensa.
El supuesto atentado ocurrió el 27 de octubre de 2024 en la carretera entre Villa Tunari y Chimoré, en el Trópico de Cochabamba. Morales relató que dos vehículos intentaron interceptarlo y que escuchó tres disparos, por lo que ordenó a su conductor que acelerara. Según su versión, el conductor resultó herido y una bala impactó en la llanta del vehículo blindado. Morales y su comitiva lograron escapar al cambiar de automóvil más adelante.
Aunque el reporte preliminar indicó que la camioneta recibió 14 disparos, Morales aseguró que podrían haber sido hasta 20, sin que el blindaje del vehículo fuera vulnerado.
Un día después del incidente, el ministro de Gobierno negó el supuesto atentado y acusó a Morales de evadir un control antidrogas. Retó al exmandatario a entregar el vehículo para someterlo a peritajes.
“Si no tiene nada que ocultar, entregue el vehículo para un microaspirado y se determinará qué había en su interior”, desafió la autoridad.
Nelson Cox sostuvo que el rechazo de la denuncia “evidencia violaciones sistemáticas de derechos humanos” y acusó al Gobierno de permitir un “terrorismo de Estado”.
Además, recordó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exhortó al Estado boliviano a investigar el caso. “Morales está en peligro. Vamos a impugnar de inmediato esta resolución”, anunció.