La falta de combustible ha puesto en jaque al transporte urbano en Santa Cruz. La escasez de diésel y gasolina ha obligado a cientos de choferes a dormir en los surtidores para asegurarse un cupo de abastecimiento, lo que ha reducido drásticamente la circulación de micros en la ciudad.
Según el representante del sector, Segundo Ricalde, la situación es insostenible. “Estamos en emergencia. Todas las noches, los conductores deben hacer largas filas y desvelarse hasta las 5:00 de la mañana para conseguir diésel”, denunció.
Actualmente, solo entre el 50% y el 70% de las unidades están operando, lo que genera retrasos, caos y malestar entre los pasajeros. “No es normal esta situación, hay un desabastecimiento total. Pedimos a las autoridades que atiendan el problema, las colas en los surtidores llegan hasta cinco cuadras”, agregó Ricalde.
El sector transportista advierte que, si no hay una solución inmediata, se verán obligados a tomar medidas drásticas, incluyendo la posibilidad de un paro general.