Un ciudadano chileno viajó a Bolivia para recuperar su camioneta, que había sido reportada como robada. Para su sorpresa, descubrió que la Policía Boliviana la usaba en procedimientos de la Dirección de Prevención e Investigación de Robo de Vehículos (DIPROVE). El vehículo, con placas bolivianas falsas, había sido clonado; la original sigue en La Paz.
Según denuncia el afectado, al exigir su devolución, funcionarios de DIPROVE supuestamente le habrían exigido $5.000 dólares para “ayudarlo” o, de lo contrario, que regresara a su país.
Buscando apoyo en el consulado boliviano, la respuesta fue aún más desalentadora: el propio encargado habría admitido la corrupción dentro de la policía y la imposibilidad de hacer justicia.
Mientras la víctima sigue pagando un crédito por su camioneta, la institución encargada de combatir el robo de vehículos la utilizaba como patrulla, evidenciando el descaro y la impunidad con la que operan algunos funcionarios.
