Evo Morales dejó claro que no habrá reconciliación con el bloque del presidente Luis Arce. A través de una publicación en sus redes sociales, el exmandatario cerró la puerta a cualquier posibilidad de acercamiento con el llamado “arcismo”, al que acusó de haber traicionado los principios del Proceso de Cambio y de haber llevado adelante una administración desastrosa.
“La unidad no puede tejerse con aquellos que traicionaron al pueblo y ejecutaron un plan de persecución, odio, racismo y discriminación contra sus propios compañeros y electores que les permitieron llegar al gobierno”, afirmó el líder cocalero.
Morales, inhabilitado por un fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional pero decidido a postularse en las elecciones de agosto, lanzó un llamado a la reorganización de sus bases: “Reconociendo errores y aciertos, convoco a un reencuentro nacional de los militantes leales al verdadero Instrumento Político del Proceso de Cambio”.
El expresidente también fue enfático al señalar quiénes considera los verdaderos enemigos: el sistema político y económico de los “derechistas y neoliberales”, y volvió a cargar contra el actual Gobierno: “La unidad del bloque indígena-popular nunca será posible con los que cometieron nepotismo, tráfico de influencias y corrupción con los recursos económicos del Estado. No puede haber unidad con el peor gobierno de nuestro continente”.
El pronunciamiento coincidió con una marcha que partió el jueves desde Cochabamba y este viernes llegó a La Paz, donde los seguidores de Morales intentaban llegar al Tribunal Supremo Electoral para exigir la habilitación de su candidatura.