Desde la Asociación de Cisterneros del Oriente se anunció una vigilia a la altura de Río Seco, en la ruta que conecta Santa Cruz con Argentina. La medida responde a la imposibilidad de seguir operando fuera del país debido al encarecimiento del tipo de cambio paralelo, lo que ha disparado los costos logísticos del transporte de combustibles.
Maykol Montaño, dirigente del sector, señaló que tras una tercera reunión sectorial se decidió no enviar más cisternas al exterior para la importación de carburantes. Si bien reconocen que existe una convocatoria de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para el martes 27 de mayo, los choferes exigen una solución inmediata, ya que la operación en el extranjero implica el uso de hasta un 70% de moneda extranjera.
“Los números no nos dan. Utilizamos bolivianos solo en un 30%, el resto es en dólares. Con el dólar paralelo, nuestros costos están por las nubes”, declaró Montaño
En principio se habló de un paro total, pero finalmente se optó por continuar las labores dentro del territorio nacional. No obstante, la importación se paraliza por completo hasta que se logre una solución sobre el pago de fletes internacionales.
El dirigente aclaró que la responsabilidad de garantizar el abastecimiento de combustibles recae en YPFB y no en los transportistas. Mientras tanto, la medida de presión ya genera preocupación en el eje troncal del país, donde se han intensificado las filas en estaciones de servicio.
Transportistas del sector en La Paz también se declararon en emergencia y no se descarta que se sumen a las protestas en los próximos días.
