El exministro de Gobierno Arturo Murillo dejará la prisión en Estados Unidos el próximo 21 de junio, un mes antes de lo previsto, tras beneficiarse con la reducción de su condena por buena conducta. Así lo confirmó el abogado Thomas Becker, quien además advirtió que el Gobierno boliviano debe actuar con rapidez para lograr su deportación y enjuiciarlo por otros delitos.
Murillo cumple una condena en Estados Unidos por haber admitido su participación en una red de sobornos y lavado de dinero vinculada a la compra de gases lacrimógenos durante la gestión transitoria de Jeanine Añez. Fue capturado en mayo de 2021 y sentenciado a cinco años y 10 meses de prisión. Parte de ese tiempo ya fue computado por su detención preventiva.
Una vez que abandone la cárcel, no será liberado en territorio estadounidense. Según explicó Becker, será trasladado a un centro de detención para migrantes, donde se evaluará su situación legal. “Puede pasar semanas o incluso meses en ese lugar, dependiendo de si ha solicitado asilo”, afirmó el abogado en entrevista con Cadena A.
Becker también alertó que, si Bolivia no acelera las gestiones diplomáticas y judiciales, corre el riesgo de que Murillo sea enviado a un tercer país, como ocurrió en otros casos bajo la administración de Donald Trump. “Bolivia tiene que seguir o perderá la oportunidad de procesarlo aquí, donde deben rendirse cuentas por los delitos cometidos”, señaló.
Durante su declaración judicial, Murillo confesó haber recibido aproximadamente 602.000 dólares en sobornos entre noviembre de 2019 y abril de 2020, a cambio de beneficiar a una empresa estadounidense con contratos para la provisión de equipos antimotines.
