La Capilla Sixtina ha sido preparada con sumo cuidado para recibir a los cardenales que se reunirán desde este martes 7 de mayo para elegir al sucesor del papa Francisco, en uno de los momentos más solemnes y esperados de la Iglesia católica.
Imágenes difundidas por medios vaticanos muestran el recinto completamente acondicionado, incluyendo la emblemática “Sala de las Lágrimas”, donde el nuevo pontífice vestirá por primera vez la sotana blanca.
Más que un espacio ceremonial, la Capilla Sixtina es un símbolo de espiritualidad y arte. Su bóveda, pintada por Miguel Ángel entre 1508 y 1512, y su imponente Juicio Universal (1536-1541), sitúan a los electores bajo la mirada divina mientras toman una decisión crucial para el rumbo de la Iglesia.
Junto a las obras de Botticelli, Perugino y Ghirlandaio, la arquitectura renacentista ofrece un entorno de recogimiento, belleza y responsabilidad. Cada escena bíblica en los muros parece recordar a los cardenales el peso espiritual de su misión: elegir al 267.º sucesor de San Pedro.