El cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco comenzará el próximo 7 de mayo en la Capilla Sixtina, tras la decisión adoptada este lunes por los cardenales en la quinta congregación general, según confirmó el portavoz vaticano, Matteo Bruni.
De los 133 cardenales que participarán en la elección, 108, es decir un 80%, fueron nombrados por Francisco durante sus doce años de pontificado y diez consistorios. Sin embargo, esto no garantiza una línea uniforme, ya que muchos de los purpurados provienen de lugares lejanos como Mongolia, Irán o Papúa Nueva Guinea, y representan realidades e ideas diversas.
Los cardenales ya anticipaban que este lunes se fijaría la fecha del cónclave durante las reuniones de la quinta congregación general, donde los participantes se van conociendo y perfilando las características deseadas en el próximo pontífice.
Entre quienes daban por seguro que se acordaría la fecha estaban el cardenal italiano Fernando Filoni y Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, quien es uno de los nombres más mencionados entre los posibles papables. Aunque inicialmente se esperaba el 5 de mayo como fecha tentativa, finalmente se decidió que sea el 7.
La fecha se fijó respetando el plazo máximo de 20 días tras la muerte del pontífice, como fue modificado por Benedicto XVI para acelerar el proceso. Actualmente, los cardenales participan en los “novendiales”, los nueve días de luto y celebraciones eucarísticas en honor a Francisco.
Mientras tanto, los cardenales mayores de 80 años, como el mexicano Norberto Rivera y el italiano Giuseppe Versaldi, no participarán en la elección pero acompañan el proceso desde el aula del Sínodo.
Por su parte, el cardenal venezolano Baltazar Enrique Porras expresó su deseo de que el próximo papa continúe la línea de sinodalidad y servicio de Francisco. El argentino Ángel Sixto Rossi, de 66 años, nombrado cardenal en el último consistorio, destacó que estos días serán de oración y reflexión para encontrar a la figura adecuada para seguir el camino iniciado por el pontífice argentino.
Los cardenales, procedentes de 71 países, llevan acreditaciones que facilitan su identificación en estas primeras reuniones, donde buscan familiarizarse y comparar opiniones antes del inicio del cónclave.
